La representante del PSOE no quiso ir más allá en el debate sobre la eutanasia. "Entre otros motivos, porque nos hemos enterado del resultado de la encuesta por un medio de comunicación [EL PAÍS la publicó ayer], y no la hemos recibido de manera oficial", dijo.

El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Francisco Vallejo (del PSOE), señaló que "se trata de un debate muy duro para los médicos, que son los que viven directamente los casos de personas que sufren dolor", informa Europa Press. Además, destacó que "actualmente se cuenta con una medicina que avanza cada vez más y que permite el mantenimiento de la vida de forma artificial en una sociedad cada vez más envejecida".

La reacción más clara ante la encuesta fue, precisamente, la del Consejo General de Colegios Médicos. El presidente de la Comisión de Atención al Final de la Vida, Marcos Gómez Sancho, apuntó que "llama la atención que 6 de cada 10 médicos se muestren en la encuesta a favor de que se legalice la eutanasia, pero luego la mayoría dice que nunca la aplicaría". Gómez Sancho opinó que, antes de plantear el debate sobre si la eutanasia debería legalizarse, habría que "insistir en el desarrollo de los cuidados paliativos". Con un apoyo psicológico adecuado para los enfermos y sus familias y un abordaje terapéutico dirigido a eliminar el dolor, los casos de enfermos terminales que solicitaran que se les quitara la vida serían "absolutamente esporádicos", afirmó el médico.

"Antes hay que plantearse qué pasa en la sociedad cuando un 5% de los enfermos afirma que es maltratado. Y hay que evitar que un paciente se sienta presionado para quitarse la vida porque piensa que molesta", insistió Gómez Sancho. El especialista recordó que en España sólo existen unos 300 programas de cuidados paliativos, enfocados casi todos a pacientes oncológicos. En Holanda, uno de los países donde la eutanasia es legal, "acaban de comenzar el desarrollo de este tipo de servicios", indicó.

Pero el médico reconoció que aun potenciando los servicios de cuidados paliativos y las unidades para el tratamiento del dolor, habrá enfermos que pedirán al médico ayuda para acabar con su vida.

Para estos casos hay que "extremar las precauciones", dijo. Será necesaria la constitución de "comités de bioética funcionales que estudiarán de verdad y desapasionadamente las peticiones", afirmó. Una herramienta clave de trabajo de estos comités serían los testamentos vitales, en los que el enfermo establecería las condiciones en las que quiere ser mantenido con vida.

Pero la eutanasia activa tendría más inconvenientes. "En este caso entran en conflicto el derecho de los pacientes con otro, de rango superior, que es la obligación ética de los médicos a la no maleficencia [causar daño]", afirmó el responsable del área de cuidados paliativos de los colegios médicos. En esta línea, Gómez Sancho apuntó una última cortapisa en caso de que se legalizara de alguna forma la eutanasia: el derecho a la objeción de conciencia de los médicos.

Por su parte, el director de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal declaró ayer que los médicos partidarios de legalizar la eutanasia buscan una mayor seguridad en el ejercicio de su profesión y quedar exentos de posibles responsabilidades penales, indica Servimedia. "Lo que no se le puede pedir al médico es actuar de asesino de los enfermos", añadió.